Vamos a Lucas capítulo 1:15 para obtener nuestro principio espiritual o nuestro pensamiento espiritual para el día y como hemos dicho muchas veces, los pensamientos son cosas en las que vivimos. Si tenemos pensamientos espirituales, pensamientos divinos de la palabra de Dios, entonces podemos habitar en una nueva casa y conocer la emoción que viene al mudarnos a una nueva casa.
“Porque será grande delante de Dios y no beberá vino ni sidra, y será lleno del Espíritu Santo aún desde el seno de su madre”. (Lucas 1:15)
Esta es por supuesto, una profecía sobre Juan el Bautista, de que estaba destinado a ser lleno del Espíritu. Ahora hay cuatro clases diferentes de experiencias que podemos tener con el Espíritu Santo de Dios y una es ser bautizados con el Espíritu Santo y hablar en otras lenguas.
Otro es ser ungido por el Espíritu Santo para el servicio, una unción especial para ministrar y servir a Dios. Otro es ser investido con el poder de lo alto. Y significa que Dios puede vestir nuestras almas y mantener nuestras almas fieles a Jesucristo en medio de todo el servicio y el trabajo que hacemos para Él; para que no amemos el ministerio como amamos a Jesucristo, el Creador, el Salvador, el Esposo.
La cuarta cosa que podemos experimentar con el Espíritu de Dios es llenarnos del Espíritu. Esa es otra palabra griega que es completamente diferente. Dios está diferenciando claramente en griego entre estas experiencias. Y la palabra llenar significa remeter, como si llenaras una red. Significa rellenar, llenar un lugar hueco, cubrir, influir, llenar con humedad, saturar, permear, e inspirar con los principios divinos.
Así que vemos que estar llenos del Espíritu de Dios, es estar llenos de inspiración divina que podemos inspirar a las personas con Principios Divinos y Verdad Divina y que también podemos ser inspirados con la Verdad Divina. Cuando nos inspira la Verdad Divina, no vivimos del lado negativo y decimos: “Bueno, simplemente no puedo vivir consagrado a Dios. Este camino es demasiado difícil. Mi cruz es demasiado grande”. Este tipo de palabras, Amados, no salen de un corazón que está lleno del Espíritu de Dios, o lleno de principios divinos.
El pensamiento negativo no proviene de un corazón que ha sido permeado de los principios divinos de la Verdad. Amados, cuando Sus principios de la Verdad llegan a nuestro corazón, está saturado, y prevalece en la fe positiva de que podemos caminar con Jesucristo y que podemos hacer cualquier cosa que Él nos pida que hagamos y que podemos vivir en Su perfecta voluntad.
Es tan maravilloso ser lleno de los principios divinos de la Verdad. Esto viene cuando estamos llenos del Espíritu de Dios.
Cuando Juan el Bautista, tuvo esa experiencia que leímos, acababa de escuchar el saludo de María, la madre de Jesús, antes de que Jesús naciera, Juan el Bautista se llenó de alegría y experimentó ese relleno, ese poder persistente e influyente del Espíritu de Dios que entró en su ser. Luego más adelante, su padre se llenó del Espíritu. En el versículo 67 de ese mismo capítulo:
“Y Zacarías su padre fué lleno del Espíritu Santo, y profetizó, diciendo:” (Lucas 1:67)
Luego de esto encontramos todos los principios divinos que Zacarías, el padre de Juan el Bautista, dijo cuando estaba lleno del Espíritu.
Amados, cuando estamos llenos del Espíritu, estamos llenos de pensamiento espiritual.
A veces he visto personas que realmente han sido bautizadas en el Espíritu y pueden hablar en otras lenguas. He visto a personas ungidas con un ministerio especial y para un servicio especial. Y he visto personas, Amados, pero que en realidad no estaban realmente llenas con el hecho de que no están permeados de los principios divinos de la Verdad. Porque tan pronto su ministerio ha terminado, quieren hablar de algo que sea carnal, algo que sea irrelevante para el tema de Jesucristo. Esto no es un corazón que está lleno del Espíritu de Dios.
Pablo alentó al pueblo en Efesios 5:18
“Y no os embriaguéis de vino, en lo cual hay disolución; mas sed llenos del Espíritu;” (Efesios 5:18)
Y luego les dijo lo que haría una persona que estaba llena del Espíritu “Hablando entre vosotros mismos en Salmos”, en otras palabras, vas a memorizar la Palabra de Dios para que puedas mantener los Salmos en tu corazón y en tu mente continuamente, esto es estar lleno, esto es tener al tope por así decir, nuestros corazones y nuestras mentes al máximo con la verdad divina y los principios de Dios. Pablo dijo: “Hablando a vosotros mismos en Salmos e himnos y cantos espirituales, cantando y haciendo melodía en vuestro corazón al Señor”.
La mayor prueba que creo que tenemos como cristianos, incluso a veces como cristianos espirituales, es permanecer llenos de la Palabra de Dios y permanecer llenos del Espíritu de Dios y cantar y hacer melodía en nuestro corazón al Señor porque vivimos en un día deprimente. Lo sabes por las estadísticas sobre el abuso de drogas hoy en día. Hay un creciente porcentaje de alcohólicos en nuestra tierra. Y muchos otros vicios y muchos otros pecados. Puedes ver el día deprimido y oprimido en el que vivimos. El mundo está lleno de este tipo de espíritus.
Así que se vuelve cada vez más difícil para una persona mantenerse llena del Espíritu y, sin embargo, es posible. ¿Cómo lo hacemos? Hablando con nosotros mismos en Salmos. Memorizando la Palabra de Dios. Guarda la Palabra de Dios en tu corazón como dijo David: “Tu Palabra he escondido en mi corazón para no pecar contra ti”.
Y así, si nos hablamos a nosotros mismos en Salmos, en himnos, en canciones espirituales y cantamos y hacemos melodías en nuestro corazón al Señor, entonces no tenemos que vivir tristes, adoloridos, deprimidos y oprimido, Amados, con las cosas de nuestra generación.
Así que me alegro mucho de que tener un relleno con el Espíritu de Dios. Y a lo largo del libro de Hechos en el capítulo 4, los mismos que habían sido bautizados el día de Pentecostés, los encontramos de nuevo en el versículo 31
“Y como hubieron orado, el lugar en que estaban congregados tembló; y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y hablaron la palabra de Dios con confianza.” (Hechos 4:31)
Así que cuando el corazón esté lleno, Amados, con el Espíritu de Dios, también estará lleno de la Palabra de Dios y tendrá audacia para compartir esa Palabra, para hablar esa Palabra. Es algo grande servirle y conocerlo.
Inclinemos el rostro en oración.