Esta es otra oportunidad, otro gran gozo el venir para tener comunión en los principios espirituales divinos de Dios que nos proporcionan pensamientos para el día. ¿Sabías, los pensamientos de Dios son como hermosas flores? Cuando ves una hermosa flor y hueles su fragancia, te anima.
En un día de primavera puede cambiar todo tu sentimiento interior hacia la vida y hacia todos los demás. Así es con la Palabra de Dios. Cuando encontramos los principios divinos que se establecen en Su Palabra y se nos revelan, lo bueno que es verlos y olerlos, por así decir, y sentirlos. Cambia toda nuestra estructura emocional, todo nuestro sentimiento interior.
Hoy vamos a Romanos 8:28 para un pensamiento. Pablo dice esto:
“Y sabemos que todas las cosas obran juntamente para el bien de aquellos que aman a Dios, para aquellos que son llamados de acuerdo con su propósito”. Romanos 8:28
Amados, dice: “Sabemos que todas las cosas obran juntamente para bien”. Vamos a explicar algunas cosas en el lado del dolor de la balanza. Hay cosas en el lado del placer de la balanza. Es irrelevante si estamos en el lado del dolor o en el lado del placer, Dios tiene el bien escondido allí. Si lo buscamos, encontraremos lo bueno.
Pero con tanta frecuencia encuentro que cuando Dios cambia a las personas del lado del placer de la balanza al lado del dolor de la balanza, quieren seguir permaneciendo en el lado del placer pensando que lo bueno sigue ahí, cuando lo bueno está dondequiera que la voluntad de Dios esté para ti. ¡Si! El bien de Dios está dondequiera que su Soberanía esté trabajando y moviéndose contigo. Y si estamos tratando de permanecer en el lado del placer de la balanza de Dios cuando Él nos está guiando al lado del dolor, entonces el bien ya se ha ido. No encontraremos nada bueno, excepto que nos entreguemos y cooperemos.
Por ejemplo, dice que Jesucristo allá en la eternidad, cuando el Padre lo entrenaba como en Proverbios 8, que se deleitaba en Él. Hubo un maravilloso deleite, una hermosa gloria, una hermosa alegría. Pero cuando llegó el momento de que Jesucristo viniera a la tierra y tomara un cuerpo mortal y entrara en un sufrimiento especial en el lado del dolor de la balanza, si Jesús no hubiera cooperado con su Padre, no habría encontrado lo bueno allí. Y lo mismo con nosotros.
Expliquemos más esta palabra “cosas”. Las cosas no solo representan pruebas, sino que también significan Dureza. En tiempos difíciles, en lugares difíciles, Dios puede hacer que las cosas obren juntamente especialmente para tu bien, si lo amas y dejas que Él te llame de acuerdo con su propósito.
Y podemos ver este principio Divino establecido en: Éxodo 1:14
“Y amargaron su vida con dura servidumbre, en hacer barro y ladrillo, y en toda labor del campo, y en todo su servicio, al cual los obligaban con rigor.” Éxodo 1:14
Y luego, en el versículo 12, dice:
“Empero cuanto más los oprimían, tanto más se multiplicaban y crecían” Éxodo 1:12
Los hijos de Israel estaban afligidos. Vemos que los hijos de Israel en la tierra de Egipto tuvieron una vida muy dura. Dios los colocó en un tiempo de luchas, pruebas y dureza. Y, sin embargo, el testimonio de Dios es que fue bueno lo que hizo por ellos en esa situación. Él los multiplicó y los aumentó y los preparó como nación para comenzar su viaje a la tierra de Canaán. En medio de cada prueba y cada dureza en la que Dios nos pone, es con el propósito de que crezcamos en estatura y crezcamos para poder estar preparados para entrar en la Canaán Celestial de Dios.
La palabra dureza significa algo que no fácilmente se marca, algo que no fácilmente se perfora o se aplasta. Significa resistente a presión, significa firme, inflexible, rígido, sólido, que exige un gran esfuerzo físico o mental.
Puedes imaginar todo el trabajo físico, toda la lucha mental por la que pasaron los hijos de Israel en la tierra de Egipto. Me encanta, que crecieron en medio de una dura esclavitud. Amados, ese es el Propósito de Dios, hacer que todas las cosas obren para el bien de aquellos que aman a Dios, para aquellos que son llamados de acuerdo con Su Propósito.
Es irrelevante en qué tipo de situación nos encontramos, podemos encontrar lo bueno si solo decimos: “Señor, muéstrame lo bueno”.
Puedo recordar muchos casos en mi vida. Recuerdo la Segunda Guerra Mundial cuando estuve en Nueva Orleans, Luisiana, y nuestra familia estuvo allí juntos durante la guerra. Recuerdo que Dios hizo un milagro muy distinguido al proporcionarnos un lugar donde vivir. Fue un milagro directo del cielo del que no tengo tiempo para explicar ahora mismo, aparte de decir esto. Si no hubiera pasado por las pruebas, el sufrimiento y el lugar era muy difícil, caminando de puerta en puerta rogando que alguien nos dejara alquilar un lugar para nuestra familia y nadie estaba dispuesto a hacerlo porque teníamos una criaturita. Y Amados, así, escuché la voz de Dios ese día y me instruyó cómo y dónde ir y qué hacer y fue maravilloso. Nunca habría tenido aquella experiencia si Dios no me hubiera puesto en un lugar difícil. Le doy las gracias por los lugares difíciles porque sé que obran juntamente para bien.
En Isaías 14:3,4
“Y será en el día que Jehová te diere reposo de tu trabajo, y de tu temor, y de la dura servidumbre en que te hicieron servir,” Para que tomes este proverbio contra el rey de Babilonia, y digas: ¿Cómo ha cesado el opresor? ¡La ciudad dorada ha cesado!” Isaías 14:3,4
Dios está hablando de una época en la que Israel estaba en cautiverio en Babilonia. Ese fue un momento de dureza. Y, sin embargo, mira las joyas que Dios refinó y formó. Mira a Nehemías y Esdras y a otros grandes creyentes en Dios que salieron y mira el milagro que experimentaron en el poder milagroso de Dios y la restauración del Templo Y las murallas de la ciudad y la restauración de la adoración en Jerusalén como Dios había prometido.
En 2 Timoteo 2:3 el apóstol Pablo le dice a Timoteo, su hijo espiritual: “Tú pues, sufre trabajos como fiel soldado de Jesucristo.” 2 Timoteo
Entonces si vamos a soportar la dureza como soldados, entonces tenemos que ser fieles a nuestro capitán y hondar su bandera en medio de la dureza. Muchas veces, hacemos hondar nuestras propias banderas, y levantamos la bandera de otra persona. Pero si vamos a soportar la dureza, entonces tenemos que hondar la bandera del SEÑOR Jesucristo. Podemos hondar nuestra propia bandera murmurando y quejándonos y diciendo: “No sé por qué sucedió esto. No es justo. No está bien.” Y lo que realmente estamos diciendo es: “No hay nada bueno en lo que estoy pasando ahora mismo”. Pero eso no es cierto.
Si vamos a apoyar como soldados, entonces tenemos que hondar la bandera del capitán y levantar Su naturaleza y decir: “Es justo, es amable, es santo, tiene una razón para que me dirija a través de este lugar difícil en este momento”.
Amados, también tenemos que mantenernos firmes con la causa del capitán. Si vamos a ser soldados, entonces tenemos que mantenernos firmes.
Todas las cosas obran para bien. A medida que pasamos por lugares difíciles y vamos a ser soldados, entonces tenemos que estar dispuestos a luchar, no con armas carnales de enemistad y odio y guerra natural, sino a luchar espiritualmente con armas espirituales, luchar en la Palabra y oración. Luchar con el Espíritu de Dios de rodillas. Y salir entonces un mayor vencedor y un victorioso mayor en el SEÑOR Jesucristo.
Por lo tanto, espera dureza, acepta la dureza y soporta la dureza y eso te ayudará a salir más rico en tiempo de la dureza de las pruebas por las que has pasado.
¡Oremos!